
Los niños adquieren ideas sobre cómo son los hechos y fenómenos sociales y naturales por medio de sus
experiencias con todo lo que los rodea, lo que escuchan y discuten con otras personas o lo que conocen por los medios de comunicación.
Las ideas de los niños no se deben a la azar, sino que se relacionan con lo que conocen y con las características y capacidades de su pensamiento, esto quiere decir, que las ideas que ellos expresan implican un cierto conocimiento sobre cómo son y suceden las cosas, y un funcionamiento intelectual determinado, una forma de razonar que no sólo afecta a un concepto particular sino a otros conceptos relacionados con él.
El número de concepciones diferentes que expresan los alumnos en el aula sobre un hecho o situación no es ilimitada, sino que, por el contrario, se encuentran una serie de patrones comunes entre ellos. Los pequeños detalles que caracterizan una concepción particular pueden ser muy diferentes y es ahí en donde se presenta un número limitado de posibilidades lo que hará posible su utilización didáctica en el aula, ya que, si parece poco probable que podamos atender a todas y a cada una de las concepciones de todos los niños, la tarea se convierte en realizable si existen unos pocos patrones relevantes en el aula.
Partiremos de la concepción que tienen los niños acerca del estudio de la geografía, a lo cual ellos nos dicen que es todo lo que estudia la tierra, es conocer el paisaje, el relieve, los ríos de nuestro país y creen que eso es todo lo que conforma el estudio de esta disciplina.
Si se parte del concepto de geografía, según la enciclopedia Británica, nos señala, que es la ciencia que describe y analiza la variación espacial de los fenómenos humanos y físicos sobre la superficie de la tierra y que el estudio de ésta es por la necesidad que tiene el hombre de conocer sistemáticamente esos fenómenos, nosotros le agregaríamos también los fenómenos socioeconómicos.
Nuestros alumnos así como la mayor parte de los adultos tiene una noción muy vaga de lo que en realidad es la geografía, pues la enseñanza-aprendizaje de esta disciplina en la escuela nos ha dejado a muchos la idea de que hay que aprender de memoria nombres de ríos, montañas y ciudades o que es solamente enunciativa, libresca y fragmentada. Sabemos que los nombres y localización de lugares son datos útiles para el estudio de la geografía pero éstos no constituyen el tema central de esta disciplina.
El Plan de Estudios 1993 para la educación primaria nos enuncia en uno de sus propósitos generales que es: asegurar que los niños y las niñas que cursan este nivel educativo adquieran los conocimientos esenciales sobre la geografía, particularmente la de nuestro país, desarrollen destrezas específicas e incorporen actitudes y valores relativos al conocimiento y cuidado del medio.
Este interés expresado en el plan de estudios obedece al reconocimiento de la necesidad de proporcionar a los futuros ciudadanos una visión de lo que es México, su diversidad geográfica y cultural, sus recursos naturales, su población, sus actividades económicas y otros aspectos relacionados con problemas que nos afectan a todos, como la contaminación y la necesidad de contribuir a la protección del ambiente.
El aprendizaje de la geografía ha de permitir a los niños responder preguntas que hacen sobre su entorno y que surgen de su natural curiosidad e interés por explorar el mundo. Estas características típicas en los niños son la base para estimular el desarrollo de las capacidades para comparar, clasificar y relacionar; aprender a elaborar preguntas y explicaciones cada vez más complejas; desarrollar su sentido de orientación y aprender a localizar, representar e interpretar información en diferentes medios (croquis, planos, mapas, modelos, esquemas y gráficas).
El avance gradual en el aprendizaje de la geografía aprovecha el creciente interés de los niños por saber cómo ocurren ciertos fenómenos que observan en su entorno y en otros lugares, como la erupción de un volcán, los efectos de un huracán, la erosión de la tierra, los ecosistemas, de su región, de su país, etc.
Aprender del entorno también propicia un sentido de aprecio, de arraigo y de pertenencia al terruño, al lugar de origen, que sentará las bases para el desarrollo de la identidad nacional y la valoración de lo que significa ser mexicano. El conocimiento de otros lugares, personas y formas de vida distintas a la propia, favorece actitudes de empatía, solidaridad y respeto a la diversidad étnica y cultural.
Es importante que el alumno desarrolle habilidades para el uso de fuentes de consulta como, mapas, atlas y tablas de población, ya que estas habilidades permitirán que obtenga información cuando así lo requiera, sin depender sólo de la memoria.
Es fundamental tomar en cuenta algunas condiciones para lograr un aprendizaje significativo, entre las cuales se pueden mencionar:
Tomar en cuenta los conocimientos adquiridos o no adquiridos por los niños, ya que esto permite que comprendan o no los nuevos temas.
Relacionar los temas del programa con aspectos de la vida cotidiana de los niños, esto quiere decir que se requiere seleccionar aspectos en los que los alumnos pueden interesarse y que a la vez sean un medio para abordar el contenido.
Partir de las ideas previas de los alumnos, En su mayoría aparecerán preguntas relacionadas a hechos naturales como por ejemplo las causas de los huracanes, de las lluvias, etc. Pero también tienen respuestas, las cuales elaboran a partir de su experiencia y de la relación con otros niños, con adultos y los medios de comunicación.
Los esquemas de conocimiento de los alumnos son un elemento primordial, ya que el aprendizaje significativo únicamente ocurre cuando quien aprende construye sobre su experiencia y conocimientos anteriores el nuevo conocimiento.
El nuevo conocimiento interactúa con los esquemas existentes de modo que los resultados previstos en la enseñanza, en la que se espera que el niño sustituya sus ideas falsas por las académicas, no se cumplen.
El niño realiza síntesis entre lo que él conoce y lo que le cuenta el profesor, aprende algunos contenidos de forma superficial, o, simplemente, con el paso del tiempo, olvida el trabajo en clase y sigue actuando de acuerdo con lo que ya sabía.
1 comentario:
Bale, John (1996), "Enseñanza de destrezas cartográficas", en Didáctica de la geografía en la escuela primaria, Madrid, Morata, pp. 52-69.
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