El proceso de globalización determina también la enseñanza en sus enfoques generales y contenidos concretos. Las propuestas de los movimientos sociales ha servido para que algunos profesores diseñen materiales e investigaciones educativas. Se presentan en este artículo algunas consideraciones sobre la experiencia de una unidad didactica relacionada con esta temática.
En el plano epistemológico, los discursos escolares no son transposiciones directas de los discursos disciplinares, porque el campo de la didáctica de la geografía se fue construyendo como lugar de encuentro, decantación y circulación no solo de tópicos sobre el territorio afines con ciertas tradiciones teóricas -sobre todo la regional y la geopolítica-, sino también de una variedad de visiones provenientes de otras fuentes -el ensayo histórico y sociológico, el saber estadístico y geológico, las elaboraciones de los círculos diplomáticos y militares- cuyos discursos la didáctica se ha ocupado de canonizar como contenido escolar. De acuerdo con la investigación, los fundamentos de la epistemología escolar del docente innovador hacen foco en la significatividad-relevancia del contenido y esta idea actúa como criterio guía en las elecciones relativas al temario escolar: atención al contexto socio-cultural, vinculación del grupo de alumnos con el tema-problema, potencialidad del tema-problema para desarrollar debates sobre valores y presencia del tema-problema en la agenda pública.
En la dimensión de la enseñanza, reconocer el trasfondo de permanencia presente en la epistemología práctica de los docentes, permite una mirada y una valoración más certera de los alcances de las innovaciones que van operándose en el currículum.
En el plano de la formación inicial, acortar la brecha entre geografía académica y geografía escolar es clave para superar las deficiencias de la formación en didáctica de las ciencias sociales, tanto en sus aspectos epistemológico-disciplinares como pedagógicos. Se ratifica la necesidad de producir fuertes transformaciones en la formación inicial, para desmantelar las visiones cerradas acerca de los procesos de enseñanza y aprendizaje, la concepción de la asignatura como continente de todo el saber relevante, pasible si acaso de retoques posteriores y para desmontar la lógica que considera que los fundamentos teóricos de la formación son universales y válidos para todo tiempo y lugar.
En el plano de la formación continua, el análisis permite validar la idea que la capacitación es inherente a la innovación. Se destaca la necesidad de que la capacitación no opere a modo de barniz o de legitimación de prácticas, para que en los espacios de formación se recuperen las formas en las que los docentes conciben la enseñanza de la geografía y en ese marco poner en cuestión, sin desautorizar, las prácticas. Visualizar la capacitación como problematización de la enseñanza y no como mero cuestionamiento de las prácticas vigentes, permite considerar los problemas de la enseñanza como punto de llegada y no de partida de la formación continua, desnaturalizar las prácticas y plantear otros modos de vinculación con el conocimiento.
Los cambios de la época han trastocado la finalidad tradicional de la enseñanza de la Geografía, limitándola a transmitir la descripción de detalles aislados de una realidad excesivamente abstracta. Los acontecimientos complejos, turbulentos, dinámicos y cambiantes de la actualidad, por el contrario, exigen una orientación geodidáctica que asuma los problemas de la comunidad como escenario inmediato de la acción geográfica. La nueva finalidad deberá orientarse, entre otras, en las siguientes direcciones: (a) El estudio de la vida cotidiana como base del nuevo conocimiento geográfico; (b) La escuela debe facilitar la enseñanza de la geografía desde el entorno comunal y, (c) La enseñanza geográfica debe tener una orientación formativa. Desde esta perspectiva, la práctica pedagógica, estará contribuyendo a menguar la artificialidad de la enseñanza, a estimular el estudio de la realidad inmediata y auspiciar transformaciones significativas en el trabajo escolar cotidiano.
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Pinchemel, Philippe (1989), "Los valores de la educación geográfica", en Norman J. Graves (coord.), Nuevo método para la enseñanza de la geografía, Barcelona, Teide, pp. 17-21.
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